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El Auto Mapa del leonés Martín Santos del año 1954

A los clásicos les gustan los mapas, esos grandes mapas que no todo el mundo sabe doblar, y miran con suspicacia a los navegadores. Pero estos también tienen su historia que contar, una historia que casi arranca con la del propio automóvil., aunque muchos piensen que es un invento de la era digital.

Estamos en el año 1909, el norteamericano J.W. Jones crea el Jones Live Map. Este dispositivo, conectado al cuentakilómetros del coche, contenía una serie de discos de papel con información codificada de forma radial sobre una ruta entre dos puntos. El conductor escogía el disco con la ruta a seguir que disponía en su posición de partida, con la correspondiente a 180º de la circunferencia. El movimiento del velocímetro accionaba los engranajes del Live Map que, en sentido de giro horario, iba mostrando los datos del disco. Cada disco cubría 100 millas y la información contenía el tipo de carretera, posición e indicaciones de giros. El invento tendría buena aceptación, pero la rápida aparición de nuevas carreteras hizo inviable una actualización de los discos-mapas. Así que el invento perdió interés, y cayó en el olvido.

Iter Avto italiano de los años 30

Otro capítulo en esta historia es el Iter Avto italiano, de los años 30. Instalado en el salpicadero, contenía un conjunto de mapas de papel enrollados y un cable conectado al velocímetro regulaba el mecanismo interno encargado de mostrarlos en una pequeña ventana. La situación aparecía de forma proporcional a la velocidad de marcha. Pero había que volver a cargar los mapas cuando estos se agotaban y determinar la ubicación exacta cuando el conductor se desviaba de la ruta.

También españoles que se interesaron por esta idea de la navegación. En este caso hablamos del leonés Antonio Martín Santos que, en el año 1954, creaba el Auto Mapa. Tenía un funcionamiento similar al del Iter Avto, pero con la particularidad de ser portátil y de que el avance de los rutómetros podía detenerse por conductor. El sistema, patentado en once países europeos, obtuvo la medalla de oro en el VI Salón Internacional de Inventores de Bruselas (1957). Diversas marcas de vehículos se interesaron en la idea, pero la repentina muerte de su inventor en 1961, llevó el Auto Mapa al olvido.

El sistema de Ford incoporado en el cencept Aurora de 1964

En el Salón de Detroit de 1964, Ford presentó el prototipo Aurora Concept. Este modelo que avanzaba el automóvil del futuro según los conceptos de la época, en su salpicadero incorporaba un navegador, evolución combinada y mejorada de los Inter Avto y Auto Mapa, que contaba con un puntero que señalaba la posición sobre el mapa. No llegó a ponerse a la venta.

Honda saca en 1981 el que puede considerarse el primer navegador al uso de la historia de la automoción. Bautizado como Electro Gyrocator, constaba de una brújula electrónica y de un sensor de gas helio asociado a un giroscopio que detectaba los cambios de trayectoria del coche. Los cálculos de distancias se realizaban por un mecanismo acoplado a la transmisión. El conjunto de la información era analizado por un ordenador que posicionaba el vehículo sobre los mapas microfilmados mostrados a través de una pantalla. Un puntero electrónico marcaba la ubicación.

Electro Gyrocator de Honda de 1981

En 1985 aparece el Etak Navigator. Desarrollado en California, era en esencia un ordenador portátil con un monitor CRT basado en vectores, parecido al de los osciloscopios. El almacenamiento de los mapas por soporte magnético, era muy limitado: las cintas podían guardar un máximo de 3,5 MB de datos. Sus creadores fijaron el punto de vista centrado del coche sobre el mapa, principio que mantienen los actuales GPS. Fue un accesorio popular en su momento.

En 1987, el Toyota Royal Crown, incorporó dos claves en la tecnología de la navegación: los CD-ROM como sistema de almacenamiento masivo de datos y el primer monitor con pantalla a color.

A principios de los 90, Los sistemas de información geográfica para ordenadores como Mapinfo o Autodesk dejan de ser exclusivamente de uso militar y de investigación. En un contexto de revolución digital, Mazda (en la berlina Cosmos) introdujo el primer sistema de navegación en un automóvil en tiempo real por triangulación de satélites, el Eunos Cosmos Navigation.

Norteamérica daría su respuesta a los japoneses. En 1992, General Motor en su modelo Onis destinado a la flota de vehículos de alquiler Avis en Florida, incorporó un sistema de navegación GPS integrado. Tres años más tarde, se proponía como opción en los Oldsmobile 88. De forma más extendida en la red de GM adoptó el nombre de GuidaStar, inicialmente con cartografía de California y Las Vegas.

En 1997, la firma japonesa Alpine, que había colaborado con Honda, sacó el primer equipo portátil de navegación, el CVA-1005, basado en el posicionamiento satelital (gps). Y en 1998, la norteamericana Garmin presenta el Early Garmin StreetPilot. Debido a que el gobierno de EEUU no liberó hasta el 2000 todo el potencial del sistema GPS para uso civil, la funcionalidad del StreetPilot no fue completa. Pero el dispositivo, con pantalla en blanco y negro, supuso un progreso enorme por su formato compacto y funcional, y capacidad de memoria.

Desde entonces, la tecnología de la navegación gps ha evolucionado espectacularmente. Hasta 2005, se trabaja en la digitalización de los mapas de carretera en papel, que pronto quedaban desfasados ante los cambios de infraestructuras. A partir de ahí, los trabajos de OpenstreetMap y DigitalGlobe, cuna de Google Maps, sentaron las bases para que cualquier usuario pudiera encontrar la ruta más corta. En años sucesivos, NavTeq y Tele Atlas, proveedora de mapas de Google Maps, destacarían en la digitalización cartográfica.

La estandarización de los smarphone, hacia 2007, marca otro escalón. Los equipos de los automóviles y los navegadores web convergen en el camino de la geolocalización unificando bases de datos y aumentando el caudal de información y datos en tiempo real.

Ya ven, el navegador tiene una historia más larga de lo que muchos podrían imaginar.